Tarjetas de consumidor vs tarjetas corporativas: Arbitrade nos explica la diferencia

HOSTELVENDING.COM 13/05/2025.- Una máquina expendedora, una venta de 1€, un café a media mañana. Una transacción más que cotidiana; pero en la otra cara de la moneda, supone un problema estructural para el sector: las tasas de intercambio asociadas al pago con tarjeta, especialmente cuando se trata de tarjetas comerciales o corporativas.
Así lo expone Arbitrade, la compañía operadora de unattended foodservice, que ha querido compartir con el sector la gravedad de una situación que, según apunta José María Arquerons, Consejero Delegado de Arbitrade, “muchos aún no están analizando al detalle”.
Entonces, partamos de ahí: el problema está en el detalle... y en la tarjeta. Y es que, no todas las tarjetas se comportan igual. A pesar de que las tasas de intercambio estén reguladas en el caso de las tarjetas de consumo, las tarjetas corporativas (cada vez más frecuentes) escapan a esos límites, con consecuencias nefastas para sectores con tickets medios tan bajos como el vending (al menos, el vending tradicional).
¿La clave? Una comisión fija de hasta 0,35€ por transacción
“En una venta de 1€, esto puede suponer un 35% del ingreso, e incluso más si restamos el IVA”, explica José María Arquerons (Arbitrade) en esta publicación vía linkin. “En el caso de un refresco con IVA del 21%, hablamos de un coste del 42,35%. Es decir, el beneficio desaparece... o peor aún, se convierte en pérdida.”
Datos públicos, impacto privado
Este fenómeno no es anecdótico, y lo sabemos. Según datos públicos disponibles en las propias webs de Visa y Mastercard, el desfase en las tasas aplicadas entre tarjetas de consumo y corporativas es más que evidente:
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Tarjeta de débito consumo: Tasa media de 0,10%. Coste: 0,001€
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Tarjeta de débito corporativa: Tasa fija media de 0,35€. Coste: 0,35€
Desde Arbitrade advierten además de un fenómeno en crecimiento: el uso creciente de tarjetas de empresa para el pago de consumos personales (comidas, cafés…), amparados por políticas de empresa que incentivan su uso.
“Estamos viendo cómo algunos emplazamientos se han vuelto directamente no rentables porque la mayoría de pagos se realizan con tarjetas corporativas. El problema es que muchas empresas del sector no tienen analítica de transacciones por tipo de tarjeta, y no se están dando cuenta del impacto real.”
Un mal endémico... made in Spain
Lo más preocupante, señalan desde el operador, es que este problema es eminentemente español. En otros países europeos, sí existe sensibilidad institucional hacia los micropagos y sectores como el vending, con normativas que protegen su viabilidad.
Aquí, sin embargo, “la dejadez normativa y la falta de protección” sitúan a los operadores en una posición de clara desventaja frente a los esquemas de tarjetas, sin un marco equilibrado que amortigüe el golpe.
Desde Hostelvending hemos hablado en más de una ocasión sobre el lastre que suponen las comisiones en los micropagos para el desarrollo del cashless. Por eso, y así lo advierten desde el propio sector, es momento de revisar la rentabilidad transacción a transacción; de implementar analíticas de pagos que identiquen el blend real entre tarjetas de consumo y corporativas; y, por parte de las asociaciones representativas del sector, exigir mayor sensiblidad legislativa.
Porque sí, la innovación es primordial en la industria unattended; pero para que esta seaposible y rentable, precisa de un modelo económico sostenible.